Este sábado se ha celebrado el International Vulture Awareness Day
(IVAD). Estas rapaces son conocidas como necrófagas o carroñeras por
alimentarse de animales muertos. En España hay
cuatro especies:
el buitre negro (Aegypius monachus), el buitre leonado (Gyps fulvus),
el alimoche común (Neophron percnopterus) y el quebrantahuesos (Gypaetus
barbatus).
Fuente: Sofía Juanes Sobradillo
SEO/BirdLife trabaja en la
conservación de los buitres ibéricos desde su fundación en 1954, hace
más de 50 años. Ha coordinado los últimos censos nacionales de estas
especies para saber cuántos hay y
dónde están, trabaja
intensamente contra el uso del veneno o el deterioro de su hábitat
promoviendo el cumplimiento de las Directivas europeas en materia de
conservación de este peculiar grupo de rapaces, alguna de ellas
muy amenazadas. También, lleva más de quince años estudiando una importante colonia de buitre negro en Madrid.
El buitre negro fue declarado Ave del Año por SEO/BirdLife ya en el año 2010 para llamar la atención sobre su estado de
conservación y poner de manifiesto las amenazas sobre ésta y otras especies de
rapaces carroñeras.
Las
principales amenazas que afectan a los buitres son, el uso de veneno en
el campo que provoca la muerte de miles de ejemplares (según datos del
Magrama entre el año 2000 a 2010 habrían muerto envenenados
40 quebrantahuesos,
638 buitres negros, 348 alimoches y 2.146 buitres leonados) y la
reducción de sus fuentes de alimento. La eliminación sistemática del
ganado muerto en el campo a raíz de la crisis de las vacas locas ha
repercutido negativamente
en estas aves, que han tenido que recurrir a otras fuentes de alimento.
Este es el caso de los ejemplares que se alimentan en vertederos, como
ha podido comprobar SEO/BirdLife con los buitres negros del
Valle del Lozoya
(Madrid), siendo la primera vez que se documenta en detalle este hábito
en la especie. Además, esta falta de alimento ha conllevado un
incremento de los ataques a
animales vivos por parte del buitre leonado lo que ha creado localmente
algunos conflictos con estas aves.
Comederos y muladares, beneficiosos para buitres y ganaderos
El cierre de comederos y muladares y la prohibición de abandonar buena parte de los
restos de animales
en el campo a partir de las leyes europeas dictadas por la crisis de
las vacas locas, dejó a varias especies de rapaces carroñeras sin su
principal fuente de alimento. Ante esta situación SEO/BirdLife pidió en
2007 ala
Comisión Europea, a través de BirdLife
International, medidas urgentes ante la situación crítica por la que
pasaban estas aves, solicitando la modificación urgente del reglamento
europeo que impedía el abandono
tradicional del ganado
que muere en el campo, para crear excepciones al menos, en aquellos
lugares con importantes poblaciones de aves carroñeras, como es el caso
dela península Ibérica, donde vive más del 50% de la población europea
de estas aves.
El Real Decreto 1632/2011 que aprobó el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino,
reguló la alimentación
de las aves necrófagas de interés comunitario. Según esta norma legal,
cada comunidad autónoma, al tener las competencias en materia de gestión
de fauna silvestre, debe aprobar
su propia legislación
autonómica para delimitar las zonas de protección para la alimentación
de las necrófagas y regular la alimentación de las mismas.
SEO/BirdLife
pone de manifiesto que sólo Castilla-La Mancha, Andalucía, Cantabria,
Catalunya, Castilla y León, Comunidad Valenciana y La Rioja cuentan con
normativa propia que regulariza esta práctica.
Las consejerías con competencias en medio ambiente, de acuerdo con las
autoridades sanitarias
de las diferentes comunidades autónomas, tendrían que haber delimitado
las “zonas de protección” y aprobado las obligatorias normas, para que
se pudiera autorizar la alimentación de las especies carroñeras fuera de
comederos o muladares.
Hasta la fecha, únicamente los gobiernos
regionales de Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León,
Catalunya, Comunidad Valenciana, Cantabria y La Rioja han aprobado sus
propias normas autonómicas para designar sus zonas de protección. Otras
comunidades han iniciado sus estudios para establecer esta delimitación,
como es el caso de Aragón, Galicia, o la Comunidad de Madrid, que están
a punto de aprobar sus normas. SEO/BirdLife
considera urgente
que se avance en esta materia para que las poblaciones de los buitres
no se sigan viendo afectadas, además de que beneficiaría a los
ganaderos, aunque la mayoría de las normas que se están aprobando se
alejan de la filosofía del Real Decreto y no eliminan las tasas a los
ganaderos, en las zonas de protección.
Los
colectivos de ganaderos
que cuentan con explotaciones en régimen extensivo,podrían reducir sus
costes de producción, eliminando los gastos de los seguros ganaderos
asociados a la recogida y procesamiento de los cadáveres o los costes
derivados de los gastos de alquiler de la maquinaria para
realizar los enterramientos
las reses muertas. Este ahorro en la recogida, transporte y gestión de
los cadáveres, dará también un respiro a las administraciones
autonómicas, que también sufragaban una parte importante del gasto.