martes, 26 de noviembre de 2013

PROMETEDOR MÉTODO PARA LA DETECCIÓN PRECOZ DEL CANCER

Con 15 años, este joven de Maryland vivió el fallecimiento de un amigo íntimo de su familia a causa de un cáncer de páncreas. Entonces se dio cuenta de que algo tenía que hacer para mejorar la esperanza de vida de estos pacientes. «La ciencia puede ayudar a resolver muchos de los problemas que tiene la sociedad», asegura el joven a ABC.es


 Jack Andraka no es un genio. «Soy curioso y persistente», asegura a ABC.es este joven investigador declarado poco amigo de las «etiquetas». Mucho se ha hablado en las últimas semanas de este brillante adolescente de 16 años tras idear un método de detección precoz de cáncer de páncreas, ampliable para el de ovarios y pulmón. Incluso se ha dicho que las grandes farmaceúticas irían en su contra al idear un test tan barato que, de poder comercializarse, arruinaría a las grandes compañías.

En la actualidad, este joven natural de Maryland, ajeno a toda polémica, solo se centra en investigar porque le gusta hacerse grandes preguntas «y trabajar duro para encontrar las respuestas», afirma a este diario. De hecho, cree que «la ciencia puede ayudar a resolver muchos de los problemas que tiene la sociedad».

La fama de Jack Andraka ha ido creciendo en lo últimos meses tras participar en las prestigiosas TED Conferences, el congreso anual de la organización sin ánimo de lucro TED con el objetivo de dar a conocer ideas que pueden cambiar el mundo. La suya, desde luego, puede hacerlo: su investigación sobre cómo detectar precozmente el cáncer de páncreas le valió el premio en la ISEF 2012 (Intel International Science and Engineering Fair), la mayor competición internacional de ciencia a nivel preuniversitario en la que participaron 1.500 jóvenes científicos de 70 países.

Pero ¿cómo llega un joven de 15 años a preocuparse por el cáncer de páncreas? «Hace poco más de un año ni siquiera sabía qué era el páncreas», confiesa Jack Andraka a ABC.es. Sin embargo, cuando un amigo íntimo de su familia falleció a consecuencia de este cáncer, comenzó a interesarse por ello.

La ciencia con las nuevas tecnologías

«Me puse a investigar en las mejores fuentes de información a las que todo adolescente puede acceder gracias a internet, Google y Wikipedia, y me sorprendió lo que encontré: el 85 % de los casos de cánceres de páncreas son detectados de forma tardía así que solo un 2% de estos enfermos tienen posibilidades de sobrevivir», afirma. Abrumado por las cifras, Jack Andraka decidió investigar por su cuenta con el objetivo de encontrar algo que permitiera detectar precozmente este tipo de cáncer de una forma rápida, barata y efectiva, y poner fin así a la vieja técnica que se utiliza en la actualidad que, además de anticuada, es cara (800 dólares) e inexacta.
El primer paso en su investigación consistió en dar con la proteína que se encuentra en la sangre de forma abundante en este tipo de cáncer en etapas tempranas: la mesotelina. Pero ¿cómo detectarla? «Estaba leyendo uno de mis artículos favoritos sobre los nanotubos de carbono en clase de Biología (pequeños tubos de carbono con unas propiedades eléctricas increíbles), mientras escuchaba a mi profesor hablar de anticuerpos», recuerda el joven. Entonces le vino una idea a la mente: «¿Qué pasa si combino lo que estaba leyendo (nanotubos) con lo que el profesor nos estaba explicando (anticuerpos)?».
 
Así, mezcló los nanotubos con la mesotelina. «Después, mojé pequeñas tiras de papel con esta mezcla y me di cuenta de que había ideado una forma de detectar el cáncer», asegura el joven. De esta manera, se pueden detectar los niveles de mesotelina, biomarcador del cáncer de páncreas.
Este detector de papel cuesta tres centavos, es fiable casi al 100%, es 168 veces más rápido que el sistema actual y ofrece en solo cinco minutos el resultado.

VIH o Alzeimer

La investigación desarrollada por Jack Andraka no es por el momento la solución definitiva para detectar el cáncer de páncreas precozmente. No está terminado pero tienen una gran potencialidad. «Envié mi trabajo a 200 profesores y fue rechazado por 199 personas», recuerda. Solo una no le falló, el Dr. Anirban Maitra, de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, en cuyo laboratorio este adolescente ha podido desarrollar y mejorar su idea.
«Ahora mismo estoy en conversaciones con compañías de biotecnología para conseguir fabricar el sensor de una manera más rápida y uniforme para que pueda someterse a más pruebas», afirma este adolescente a ABC.es. Aún queda mucho trabajo de investigación por delante «pero estoy emocionado con que el proyecto continúe», confiesa.

Así que toca seguir trabajando y más cuando, en teoría, «esta técnica se podría utilizar para detectar muchas otras enfermedades», indica Jack Andraka. «Si cambiamos el anticuerpo por el de cualquier otra enfermedad como el VIH, las enfermedades del corazón, el Alzheimer, etc., podrían también detectarse», asegura.

Son muchas las esperanzas que este joven prodigio alberga en su investigación. Es optimista y ganas no le faltan. «Mi sueño es hacer un dispositivo que no sólo pueda detectar enfermedades -explica- sino que incluso genere el fármaco personalizado para tratar a cada paciente en función de lo que necesite. Por supuesto que es un sueño, pero ¡espero que sea mi próximo reto!».

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