fuente: público.es
El espíritu antinuclear ha resucitado en España al calor de lo sucedido en la central nuclear de Fukushima. Una manifestación recorrió hoy las calles de Madrid para reclamar el fin del uso de la energía nuclear, la mayor desde los años 80 del siglo pasado, tiempos dulces para los fans del histórico "¿Nuclear? No, gracias". Las 27 organizaciones que se sumaron a la marcha (Izquierda Unida, CCOO, Equo, Ecologistas, CGT, Los Verdes, Greenpeace...) lograron movilizar a miles de manifestantes que, entre lemas y cánticos, aprovecharon la crisis desatada en la planta atómica nipona para reforzar su convicción antinuclear: "Nucleares, ni aquí ni en Japón", rezaban muchas pancartas.
Es seguro que “¡Fukushima, nunca más!” se convirtió en el lema que mejor cuajó entre los participantes de una marcha que, acompañada de sirenas de alarma y ritmosas batucadas, puso de manifiesto que lo ocurrido en Japón todavía seguirá generando reacciones. La penúltima, el anuncio de ayer de la canciller alemana, Angela Merkel –antigua abanderada pronuclear–, de adelantar al verano el plan que finiquitará el uso de la energía atómica en su país.
La decisión de del Gobierno alemán refleja un “cambio radical” forzado por los ecologistas que debe tomarse como ejemplo en España, según el director de Equo, Juan López de Uralde, para renunciar a la “actual política de alargamiento de las centrales”. También se mostró muy crítico con la opción “abiertamente pronuclear” del Partido Popular.
“Hemos venido a decir que el sentimiento de la ciudadanía española es antinuclear y que queremos un modelo energético limpio basado en las energías renovables”, afirmó López de Uralde. “La movilización social debe poner fin a la pesadilla nuclear”, zanjó.
De Japón a Tarragona
El director de Equo consideró que el último incidente de la planta de Ascó (Tarragona) -declarado la semana pasada de nivel 1 en la escala internacional- "demuestra que no sólo se producen accidentes en Japón y que va a seguir habiéndolos mientras no se cambie de política energética".
También se refirió al incidente de la central catalana el portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Castejón, al ironizar que "en Ascó, llueve sobre mojado". "Incidente tras incidente, los gestores de esa central muestran su falta de cultura de seguridad", criticó Castejón, físico nuclear. El portavoz ecologista afirmó que el cierre de las centrales en España es posible dado que en estos momentos "más de la mitad del parque nuclear está parado" (en parada para recarga o por averías).
En la cabeza de la marcha también estuvo el candidato de IU a la presidencia de la Comunidad,Gregorio Gordo, quien aseguró que el uso de la energía atómica está únicamente al servicio de los intereses de las multinacionales eléctricas y aseguró que en su programa apuesta por el fomento del uso de las energías renovables.
Los convocantes dejaban claro desde la elección del lema cuáles son sus referencias a la hora de juzgar la energía atómica: Chernóbil, Fukushima... ¡Cierre nucleares ya!. Sin embargo, en la marcha se escucharon lemas que españolizaban el debate nuclear como “En Cofrentes no me lavo ni los dientes” y otros más burlones como “La muerte del gazpacho, tomates radiactivos”, “Pajaritos, pío, pío; nucleares, pum, pum” y “Menos uranio y más geranios”.
Al llegar a la Puerta del Sol, una hora y media después de dar comienzo la marcha, se leyó un manifiesto que denunciaba que la energía atómica es un “fracaso económico, tecnológico, medioambiental y social, causando graves problemas a la salud pública y al medio ambiente”.
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