Noticia aportada por el alumno de EA3 Unai Cítores
Actualmente existen diferentes
incendios activos en Australia los cuales en el gran tiempo que llevan
activos ya han calcinado más de 11 millones de hectáreas, matado a 29 personas
y a millones de animales. Gran parte de estos incendios siguen descontrolados y
extendiéndose sin cesar.
La buena noticia es que las lluvias y tormentas que han aflorado últimamente en la zona
están ayudando a hacer más ameno el impacto de estos, a controlar más los
incendios que están desenfrenados y a prevenir que se extiendan a nuevas zonas
no afectadas, dado que el suelo y ambiente estarían más húmedos y correría
menos riesgo de llegar a calcinarse.
Estas lluvias pueden tener su lado malo, advierten las autoridades australianas, ya
que las lluvias pueden derivar no solo a inundaciones en diferentes zonas sino
también a que se creen nuevos incendios debido a los rayos creados en las
tormentas.
Se prevé que siga lloviendo durante un par de días más y aun con los riesgos que puede
suponer. se espera que estas ayuden a sofocar la terrible catástrofe que está
azotando a gran parte de Australia
La lluvia da una tregua a la lucha contra los incendios de Australia
Las precipitaciones alivian la situación en la costa este del país aunque solo caerán durante "cuatro o cinco días".
Las lluvias y tormentas caídas este jueves en la costa oriental australiana han permitido aliviar la virulencia de los incendios que la arrasan. Se espera que sean suficientes como para extinguir, o al menos aliviar, algunos de los incendios que ya han calcinado al menos 11,2 millones de hectáreas, —una superficie ligeramente inferior a la que ocupan Andalucía y Galicia juntas—, matado a 29 personas y millones de animales y destruido más de 2.500 viviendas.
Las autoridades australianas advierten que tormentas intensas del tipo que están cayendo, sin embargo, pueden derivar en inundaciones, mientras que los rayos pueden prender nuevos fuegos. "Esperamos tiempo inestable en los próximos cuatro o cinco días", ha explicado un meteorólogo de la agencia meteorológica nacional en la radio pública. "Las precipitaciones serán útiles en ciertas zonas, mientras que en otras pueden registrarse apenas uno o dos milímetros —cada milímetro equivale a un litro por metro cuadrado—. La lluvia no siempre es una buena noticia, especialmente si es torrencial. Lo que realmente se necesita es una lluvia constante, que empape el terreno", explica el meteorólogo.
Se espera que la lluvia disipe el humo de los fuegos. Un humo que, por ejemplo, llegó la semana pasada a Melbourne, la segunda ciudad más importante del país, y la cubrió con un aire “de muy baja calidad”. Las autoridades recalcan que las precipitaciones de estos días no ofrecen más que un alivio temporal, pues se prevé de nuevo calor en las próximas semanas. Las lluvias persistentes, necesarias para aliviar una de las peores sequías desde que se tienen registros, no llegarán hasta marzo, según prevé la agencia meteorológica pública. "Estas lluvias no extinguirán los incendios, pero sin duda ayudarán a contenerlos", ha escrito en su perfil de Twitter la autoridad antiincendios del Estado de Nueva Gales del Sur, donde se mantienen 58 fuegos activos en este momento, 30 de ellos sin control. Otros 19 siguen quemando el Estado de Victoria.
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