Si la semana pasada hablábamos de la necesidad de una buena ordenación del territorio; esta semana hablaremos de la construcción de embalses que tantos pueblos anegaron en España en el siglo XX.
Se habla mucho y se cree que durante la dictadura de Franco se hicieron la mayoría de pantanos que conocemos, para así intentar acabar con las continuas sequías que asolaban España. Esto no es del todo verdad, ya que muchos de ellos, se empezaron a construir durante la denominada “Restauración” y siguieron durante la segunda República.
Uno de ellos es el embalse de la Cuerda del Pozo (Soria), en el cual se anegó el pueblo de La Muedra. Las obras del embalse empezaron allá por el año 1910 con las tomas de medidas y en 1923 se determinó su aprobación. Sobre el año 1931 comenzó la construcción del muro de contención por lo que muchas personas que trabajaban allí fueron a vivir a La Muedra, llegando a ser casi 200 personas.
Con el inicio de la guerra en 1936 y ya faltando poco para su inauguración, los habitantes de La Muedra empezaron a marcharse, y la mayoría de ellos recalaron en Vinuesa, el pueblo colindante, aunque algunos de ellos llegaron a otros pueblos como El Royo o Abejar.
En 1941 se realizó la apertura del embalse, dejando al pueblo de La Muedra hundido; así como el “puente romano” (un gran monumento que se encuentra entre Vinuesa y La Muedra, y que aunque es conocido como romano no se ha podido determinar su antigüedad).
Aunque La Muedra se encuentre sumergida, todavía se puede visitar parte, ya que el cementerio construido en la orilla no se hundió. Además, en época de sequía podemos observar el campanario de la iglesia y la pared de la fábrica. Si hay mucha sequía, a este conjunto observable, se le suma el puente romano.