domingo, 6 de noviembre de 2011

La primavera se adelanta dos días cada diez años debido al cambio climático

Un estudio elaborado por un equipo internacional en el que han participado investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) calcula por primera vez de forma global la velocidad del cambio climático, un factor que determina el rango de distribución de las especies.

El trabajo, publicado en la revista Science, indica que los regímenes térmicos, marcados por el modo en que se distribuyen las temperaturas en una determinada zona, se han desplazado hacia latitudes más altas a una velocidad media de 27 kilómetros por década.

"Este análisis fija la velocidad a la que el cambio climático viene marcando el paso de las variaciones en la distribución de las especies", destaca el investigador del CSIC Carlos Duarte, uno de los autores del artículo, que confirma también que la señal térmica que marca el inicio de la primavera se está adelantando, tanto en los continentes como en los océanos, en unos dos días cada diez años.


Cambios en la distribución

Los gases de efecto invernadero han calentado los ecosistemas terrestres aproximadamente 1ºC desde 1960. Este calentamiento se ha producido tres veces más deprisa en tierra que en el océano, un proceso que ha obligado a las poblaciones a adaptarse o a cambiar su distribución continuamente para mantenerse en el mismo régimen térmico. Además de desplazarse, las especies emplean otras técnicas como alterar su fenología, es decir, el momento de la reproducción o la puesta de huevos.

Hasta ahora la mayor evidencia de estos cambios se tenía de los ecosistemas terrestres, bien estudiados.

Los científicos han trazado los mapas de todas estas transformaciones y han observado que, en el océano, las áreas donde las especies están más afectadas por estos impactos son también las más ricas en biodiversidad. El mayor impacto se producirá en torno al ecuador, donde existen puntos calientes de biodiversidad marina y las amenazas serán altas, principalmente porque la velocidad del cambio climático en estas zonas supera los 200 kilómetros por década.

Adaptarse o dejarse arrastrar

"Asumimos que las poblaciones simplemente necesitan moverse para escapar al cambio climático, pero nuestro estudio muestra que en el océano, las rutas de escape son más complejas y a veces inexistentes", señala el coordinador del estudio Mike Burrows, de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas.

"Hemos observado que en los océanos las únicas opciones para la vida marina son adaptarse o dejarse llevar por las corrientes calientes", asegura la científica del Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation (Australia) Elvira Poloczanska. "Cuando la velocidad del cambio climático supera la velocidad de dispersión de los organismos, o cuando existen barreras que impiden esa dispersión, las especies sólo pueden adaptarse o extinguirse", agrega Duarte. El estudio forma parte de un programa internacional para evaluar los impactos del cambio climáticosobre los ecosistemas marinos. Está financiado por el Centro Nacional de Síntesis y Análisis Ecológicos, de la National Science Foundation y la Universidad de California en Santa Bárbara (EE UU).

Artículo completo en www.ambientum.com








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