En España se encuentra la mayor cabaña apícola de la UE y es el principal productor de miel y polen de Europa.
La Red Para la Prohibición de los Plaguicidas Neurotóxicos (RPPPN) se constituyó el pasado jueves 7 de febrero con el objetivo de unir fuerzas para exigir la prohibición total de los plaguicidas peligrosos para las abejas y otros polinizadores en Europa. Esta Red cuenta con el apoyo de las siguientes organizaciones: Apicultores Ecológicos Asociados, Asociación Española de Apicultores, Asociación Galega de Apicultura, Confederación en Defensa de la Abeja en la Cornisa Cantábrica, Ecologistas en Acción, Federación de Asociaciones de Apicultores de Cantabria, Greenpeace, SEO/Bird Life, S.O.S. Salvemos la Perdiz Roja y WWF. Cualquier organización puede sumarse a la Red.
La Red recuerda que las poblaciones de abejas y otros polinizadores han decrecido significativamente en los últimos años y están bajo varias y serias amenazas. Son ya varios los estudios científicos que vinculan la desaparición de las abejas con el uso de plaguicidas neurotóxicos. Ante estas evidencias y después de que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas en inglés) haya confirmado que los plaguicidas neonicotinoides presentan riesgos para las abejas, la Comisión Europea presentó el pasado mes de enero una propuesta para la prohibición parcial de tres de estos plaguicidas (imidacloprid, tiametoxam y clotianidina). Las organizaciones que forman la Red consideran que aunque se trate de un primer e importante paso es insuficiente para proteger de forma adecuada a las abejas y otros polinizadores.
Las organizaciones que forman la red hacen hincapié en que las abejas aportan mucho más que miel y el valor económico de la polinización supera con creces el valor obtenido del principal producto de las colmenas. Según la FAO, por cada euro que las abejas producen en forma de miel, polen, cera y propoleo, revierten 20 en forma de polinización. Solo para Europa se estima que el valor anual de la polinización es de unos 22.000 millones de euros y unos 153.000 millones de euros a nivel mundial. En Europa el 84% de los 264 principales cultivos dependen de la polinización animal, principalmente de las abejas. Tienen la misma importancia para los ecosistemas puesto que cerca del 90% de las plantas silvestres también dependen de la polinización.
Las abejas y demás polinizadores son vitales para la seguridad alimentaria y para la conservación de los ecosistemas. Los polinizadores son indispensables para la vida en el planeta y hacen falta medidas valientes para protegerlos eficazmente. Son los mejores aliados de la agricultura. Sin embargo, las prácticas de la agricultura industrializada están poniendo en cuestión su sobrevivencia.
Artículo completo: www.greenpeace.org
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