fuente: elmundo.es
¿Vive
usted en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia? ¿Ha sentido alguna vez
problemas para respirar, irritación en los ojos o en la garganta o ha sufrido
ataques fuertes de tos? Si su respuesta es afirmativa, es muy posible que el
causante de estas molestias responda a un nombre: el dióxido de nitrógeno
(NO2).
Este compuesto
químico es uno de los varios tóxicos del óxido de nitrógeno y se forma
en procesos de combustión a altas temperaturas como, por ejemplo, el que se da
en los automóviles o en las plantas eléctricas. Una vez liberada a la
atmósfera, esta sustancia es en gran medida la 'culpable' de ese color oscuro
que se instala en los cielos de muchas grandes ciudades y que forma de la
famosa 'boina' de contaminación.
Y si
hace daño ver esta inmensa nube marrón sobre nuestras cabezas, más lo hace a la
salud de aquellos que la sufren. Las exposiciones a esta sustancia suelen
afectar normalmente a las vías respiratorias, por lo que cuando una
persona sana la sufre, sus molestias más notorias son las de una conjuntivitis,
una rinitis o una tos repetida. Sin embargo,
peor lo pasan aquellos que son asmáticos o tienen algún otro problema
respiratorio. En este caso, y aunque la exposición sea durante poco tiempo, los
síntomas se agudizan.
Límites europeos
Para
evitar esto, la Unión Europea impuso en 1999 unos límites en los niveles de
esta sustancia que, desde enero de este año, son de obligado
cumplimiento. Así, no se pueden superar los 40 microgramos por metro cúbico
de media anual y menos rebasar la concentración de 200 mg/m3 en una hora más de
18 veces al año. Sin embargo, según denuncia Guillermina Yanguas, directora
general de Evaluación Ambiental, la salud de los habitantes de ocho
comunidades españolas han tenido que aguantar niveles muy por encima
de estas cifras. Este es el caso de los madrileños, donde el año pasado las
estaciones que registran los niveles de este contaminante contabilizaron en dos
ocasiones un valor medio de 44 mg/m3; o los barceloneses, donde se llegó a los
50 mg/m3.
Ante
estas cifras ¿qué medidas se están tomando? Aunque el consistorio madrileño ha
pedido varias veces que se utilice el transporte público y la Administración
catalana mantuvo durante unos días la limitación de velocidad en 80 km/h para
poder entrar en Barcelona, lo cierto es que no han conseguido bajar sus niveles
de polución. Por ello, ya se está planteando la idea de pedir una moratoria a
la UE para que se traslade al año 2015 la obligación del cumplimiento de los
límites de NO2 en el aire.
Mientras
se resuelven los problemas de fechas, desde varias organizaciones se intenta
concienciar a la población de los peligros de superar estos límites.
El
objetivo es que no se convierta en prolongada la exposición de los ciudadanos a
altas tasas de este compuesto pues, según la 'Guía de calidad del aire' de 2005
de la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta circunstancia empeoraría la
salud respiratoria, sobre todo, en los más pequeños: "Se han encontrado
efectos adversos en la salud de los niños que viven en zonas metropolitanas
caracterizados por sus niveles elevados de NO2, incluso en los casos en los que
el nivel global en toda la ciudad era relativamente bajo". Así, entre los
síntomas a los que se verían expuestos se encuentraría la reducción de la
función pulmonar y, en aquellos que son asmáticos, la agudización de los
cuadros de bronquitis.
Por
ello, tanto la OMS como el Departamento de Medio Ambiente de EEUU explican que,
aunque en sociedades como las actuales es imposible no exponerse al dióxido de
nitrógeno y otras sustancias contaminantes, "esta exposición tiene que ser
lo más baja posible", pues la contaminación atmosférica (que también se
compone de las partículas de suspensión y en ozono troposférico) es uno de los
factores que están detrás de lasmuertes prematuras de dos millones
de personas al año en el mundo.
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